¿Cómo impactan las patologías IMID en nuestras emociones?

¿Cómo impactan las patologías IMID en nuestras emociones?

Lunes, 5 Noviembre, 2018

En España 2,5 millones de personas tienen que convivir con las complicaciones derivadas de los efectos crónicos de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas “IMID”. A esto hay que añadirle el impacto emocional que desafortunadamente acompaña a estas enfermedades crónicas y que afectan tanto a los pacientes como a su entorno.

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En España 2,5 millones de personas tienen que convivir con las complicaciones derivadas de los efectos crónicos de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas “IMID”. A esto hay que añadirle el impacto emocional que desafortunadamente acompaña a estas enfermedades crónicas y que  afectan tanto a los pacientes como a su entorno.
 
Cuando se recibe el diagnóstico de una IMID, se genera un elevado nivel de incertidumbre y de angustia. Las reacciones  emocionales  asociadas  a  este  tipo  de  diagnóstico  pueden  provocar  alteraciones en la conducta habitual que influyen de forma negativa en el proceso de adaptación a la enfermedad  y  la  calidad  de  vida  de  las  personas afectadas y su entorno familiar.
Cada persona es diferente y, por eso, el diagnóstico  no  produce las  mismas  reacciones . Algunos pacientes se adaptan adecuadamente y son capaces de reorganizarse e incluso fortalecer sus lazos afectivos. En otros casos, el proceso de adaptación  conlleva  un  desgaste  que  puede  desencadenar  situaciones  de  conflicto  con nosotros mismos, con  el núcleo familiar y social. Aprender  a  observar  estos  factores  y comprender cómo se relacionan entre sí es indispensable para superar la nueva situación.
 
Adaptación psicológica a la enfermedad
 
En  la    mayoría  de  los  casos, las  personas afectadas  han  vivido  un  largo  proceso  hasta conseguir  el  diagnóstico y no disponen de información suficiente. Este  desconocimiento  provoca  incertidumbre sobre la evolución de la enfermedad, diferentes perspectivas para tratarla y  cuál es nuestro papel como pacientes, qué podemos hacer para cuidarnos. Esto se traduce en una serie de reacciones emocionales que impiden que el proceso de adaptación se pueda llevar a cabo de forma constructiva. 
 
Además, hay que tener en cuenta los efectos de la enfermedad fatiga, dolores, poco apetito, baja autoestima, depresión y/o ansiedad, alteraciones del sueño, dificultad de concentración todo esto condiciona de manera notable nuestro estado de ánimo y nuestras fuerzas para actuar. 
También preocupa el impacto que va a tener la enfermedad en nuestra vida los estudios, trabajo, maternidad, relaciones de pareja, amigos, familia… Es un gran reto personal conseguir un equilibrio con nuestra nueva realidad y es importante como gestionamos nuestras emociones el hacerlo de manera constructiva nos ayudará a que el sufrimiento sea menor y  facilitará  el proceso de adaptación tanto los pacientes como de sus  familiares. 
 
El  apoyo  emocional,  la  información  y  la  orientación  que puedan  recibir  de  los  profesionales  sanitarios y de los servicios que ofrecemos desde las entidades de pacientes puede ser de gran ayuda. Mucho ánimo a todas las personas con IMID, estamos con vosotros y os entendemos porque también somos pacientes.