Fiebre mediterránea familiar

La fiebre mediterránea familiar es una enfermedad genética, crónica, inflamatoria y inmunomediada caracterizada por episodios cortos y recurrentes de fiebre y serotisis, provocando dolor en el abdomen, el tórax, las articulaciones y los músculos. La enfermedad es cíclica: las crisis duran entre 24 y 72 horas y pueden ocurrir semanalmente o unas pocas veces al año según las personas.

Prevalencia:

Produce fiebre y serotisis, provocando dolor en el abdomen, el tórax, las articulaciones y los músculos

La fiebre mediterránea familiar es una enfermedad rara, con una prevalencia mayor en el sureste mediterráneo. Se estima que afecta a entre 1 y 5 personas por cada 10.000 habitantes.

1 a 5 Por cada 10.000 habitantes

Entre 4.600 y 23.000 personas podrían padecer fiebre mediterránea familiar en España.

 

La enfermedad suele aparecer antes de los 20 años y su gravedad se incrementa cuanto más temprano es el inicio de los síntomas.

 

Síntomas

Los síntomas más generales de la fiebre mediterránea familiar son fiebre, escalofríos, dolor abdominal, estreñimiento, náuseas, vómitos, dolor de tórax, dolor articular y muscular.
  • Fiebre

  • Escalofrios

  • Dolor

  • Estreñimiento

Impacto

La fiebre mediterránea familiar es una enfermedad que puede incapacitar para una vida normal. Las crisis hacen perder días de colegio y de trabajo, así como un gran impacto en la vida social. Además, a las personas afectadas se les aconseja una vida tranquila y evitar esfuerzos físicos excesivos. La enfermedad tiene adicionalmente un alto impacto emocional y psicológico ya que su condición genética produce miedo de transmisión a hijos.

Comorbilidades

Las personas con fiebre mediterránea familiar pueden padecer enfermedades asociadas como:

  • Enfermedad de Behçet
  • Epilepsia
  • Problemas de fertilidad

Tratamiento

Existen tratamientos prescritos por los reumatólogos que pueden controlar la enfermedad, prevenir las crisis y mejorar la calidad de vida de las personas en la mayoría de los casos.