Sarcoidosis

La sarcoidosis es una enfermedad crónica inflamatoria inmunomediada que afecta a los órganos. La enfermedad provoca la acumulación de granulomas que distorsionan la estructura tisular del órgano y alteran su función. La enfermedad suele empezar en los pulmones, la piel o los ganglios linfáticos, en particular los del tórax, aunque puede afectar a cualquier órgano. En algunos casos, la sarcoidosis puede causar complicaciones graves y requerir un trasplante.

Prevalencia:

La sarcoidosis es una enfermedad que afecta a los órganos.

La sarcoidosis es una enfermedad que afecta al 0,11% de la población española, es decir 1 de cada 1000 personas.

0.11% 1 de cada 1000 personas

Más de 51.000 personas podrían padecer sarcoidosis en España.

Los hombres son los que más sufren la enfermedad: la prevalencia es 2 veces más importante entre los hombres. El 0,15% de la población masculina sufre sarcoidosis versus el 0,07% de la población femenina.

Afecta 2 veces más a hombres

La enfermedad es más frecuente entre los 20 y los 40 años.

 

Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la sarcoidosis, aunque en muchos casos no son manifiestos, incluyen dolor torácico, tos seca y dificultades para respirar. Otros síntomas incluyen fiebre, fatiga, pérdida de peso y dolores articulares. También puede haber síntomas en la piel como pérdida de pelo, ulceras y erupciones cutáneas, síntomas neurológicos como dolor de cabeza persistente y convulsiones, y síntomas oculares como secreción del ojo y ojos secos.
  • Dolor torácico

  • Tos seca

  • Dificultades para respirar

Impacto

La sarcoidosis es una enfermedad rara y compleja con un gran impacto emocional para las personas afectadas. Si el grado de afectación es alto, también puede tener consecuencias en la vida social y laboral. Por ejemplo, muchas personas con sarcoidosis grave tienen prohibido hacer ningún tipo de esfuerzo físico e incluso no pueden subir escaleras.

Comorbilidades

Las personas con sarcoidosis pueden desarrollar otras enfermedades asociadas como:

  • Hiperlipidemia
  • Hipertensión
  • Obesidad
  • Enfermedad tiroidea
  • Fibrosis pulmonar

Tratamiento

La enfermedad remite espontáneamente en la mayoría de los casos. Cuando no ocurre, un tratamiento adecuado puede controlar la enfermedad, aliviar los síntomas y mejorar el funcionamiento de los órganos. También es importante un seguimiento por parte de un neumólogo, un reumatólogo o un especialista de medicina interna dependiendo de los órganos afectados. El abordaje multidiciplinas por parte de un neumólogo, un reumátologo o un especialista en medicina interna dependiendo de los órganos afectados es también importante.